Cuando te etiquetan sin conocerte bien.

Qué tal amigas (os) cómo están.

Si, sé que ya no he publicado nada en este mi blog; mil perdones, hoy como siempre, aprovecho cada crítica lanzada hacia mí y las convierto en una lección. 

Hoy he tomado una crítica con cierta gracia pues para mí, no es hiriente aunque ese era el fin, pero lo he neutralizado al no aceptarlo como tal, y esto me inspiró a escribir este nuevo blog sólo como un ejercicio.
Como catarsis.

Bien, la situación es: que en los últimos años mi carácter tuvo un cambio un tanto radical por diversas situaciones como la carga de trabajo, el contacto con nuevas personas, empresas, así como cuestiones sentimentales y demás situaciones: de igual forma, por el tiempo que le dedico a la escritura de mi libro, de mi blog; en fin, con todo esto: me he concentrado aún más en mi vida y por toda esta situación me han llamado.. ¡¡AMARGADO!! Lo cual me pareció divertido pues el fin de la palabra trae consigo una connotación despectiva y sarcástica, entonces analicé un poco esta palabra.

Bien, la palabra Amargado muchos la utilizan con una connotación denigrante pero para mí en lo personal, tiene un significado diferente, aquí mi punto de vista.

La persona amargada:

-Por lo regular, siempre encuentra el lado contrario o negativo a todo.

-Siempre discrepa contra todo lo que, ó ¡no le gusta! o ¡no se acopla a su manera mediocre de pensar y arremete contra ello lanzando críticas Destructivas!.

-Todo el tiempo pretenden tener la razón aunque no tengan ni pizca de ello.

-No le gusta debatir sobre un tema interesante pues su capacidad mental no va mas allá de lo banal.

-Habla y expone situaciones adversas de las personas aunque éstas tengan una vida regular o decorosa.

-Siempre va a diferir en todo por el simple deseo de ser tomada en cuenta y resaltar ante todos.

Me gusta debatir con personas que de alguna forma alimenten mi mente pero en muchas ocasiones me frustran con sus ideas aberrantes.

Les explico también, el por qué se me adjudica dicha etiqueta, ya sea con un tinte sarcástico, o con un fin despectivo.

Resulta que hace mucho tiempo; yo era un tipo frío, déspota, alejado de todos y eso me llevó a no tener amigos lo que no me incomodaba ni era mi prioridad, pues en ese entonces estaba concentrado en otras cosas.

Pasado unos años, mi carácter cambió: un poco por algunas situaciones que me golpearon en demasía. Una vez superado esto, me abrí aún más al mundo y así es como conocí a mucha más gente y me relacionaba aun mejor; entablaba largas conversaciones ya sea en directo o por los distintos medios electrónicos, mis conversaciones eran de una forma que incluso entre todas esas personas, hubo algunas que me decían:

 -¡Tus palabras me dan Paz!- 

No estoy seguro si eso realmente pase, pero el que me lo digan me inspira.

Pero como es normal, las personas cambian, yo también cambié por las diferentes situaciones en la vida, después de todo esto: me he dedicado a mi trabajo, a mi familia; a mis hermosos perros, a escribir mi historia y por su puesto: a mi blog. En fin.. me he dedicado a mí; y esto me ha vuelto un tanto solitario por lo que de pronto me han etiquetado el mote de ¡AMARGADO! pero ojo: ese adjetivo me inspiró a escribir un nuevo blog.

Bien, a lo que voy es que he aprendido a transformar las situaciones que otras personas lanzan con un fin despectivo o a manera de insulto, un momento de análisis y aprovecharlo como en este caso.

Mi definición es:

¡Amargado es aquel que nada le gusta: que a todo le encuentra un problema si no es idea suya o algo para su beneficio!

El supuesto Amargado:

¡Aprovecha y vive su tiempo y su vida en cosas beneficiosas!

No se confundan.

Hasta aquí el comentario del día de hoy. Si te gustó regálame un comentario y compártelo en tus redes. Como siempre, recibe un abrazo.

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