Platicando con Lobo: julio 2019

Hola amigos, cómo están.

Me da mucho gusto saludarles de nueva cuenta y presentarles otra de mis empíricas redacciones o pláticas, (como es el nombre de nuestra página).

Bien, en estos días, estos últimos meses, quizás por toda la información disponible, como no la había antes, nos hemos percatado o hemos conocido cantidades de acontecimientos muy lamentables en diferentes puntos del planeta.

Como dije antes. Tal vez por lo obsoleto del pasado, no había mucha información disponible que proyectara los sucesos o acontecimientos como en el presente. Por lo que pocas veces nos dábamos cuenta de la situación en el mundo.

Hoy en día existe el internet y diferentes redes sociales que llegan a nosotros a través de los diferentes dispositivos o gatgets. Es así que la información llega a nosotros casi de forma inmediata.

Por toda esta facilidad y acceso, se conocen todo tipo de noticias y sucesos en el mundo.

Realmente no sé si existe alguna estadística o alguna forma de medición para hacer un comparativo de esta situación, por lo que no podría decir que esto haya incrementado o que se haya salido de control. Pero es evidente que algo ha cambiado en nuestro mundo.

He visto algunas situaciones en mi comunidad y en los diversos medios de comunicación, en donde muestran el deterioro mental o la falta de educación de las nuevas generaciones. Es alarmante el avance de la negligencia, violencia y todos esos actos corruptos que se han convertido en algo cotidiano.

Es inevitable notar que incluso en el comportamiento de algunos menores, ya es evidente la falta de valores.

Hoy en día, algunos niños pretenden emular a sus superhéroes, lo cual, suena descabellado, pero es algo que podría nutrir la mente del infante y quizás ayudaría a su desarrollo mental y detonar su creatividad.

También está la parte terrible: el emular eso que siempre será el cáncer en el mundo: la violencia.

De este último se derivan todas las calamidades que afectan al mundo entero y a sus habitantes.

Es increíble todo lo que en la actualidad sucede en el planeta. Claro que aún y con todo lo que éste mal se ha expandido, aún existen lugares con una educación excepcional que prevalece aun y con todo lo que la violencia se ha expandido.

En mi percepción, violencia no es solo agresión al individuo, creo que abarca grandes y diversos espacios.

Veo cómo las personas han perdido la tolerancia. Se disputan un objeto, espacio o hasta algo inverosímil llegando enfrentamientos físicos (muy pocas veces) pues es tal su inconsciencia o su falta de capacidad mental, que el siguiente recurso es: privar de la vida al contrincante.

Cuántas veces hemos visto en la televisión, desgarradoras imágenes de personas siendo violentadas por individuos cuya ideología o religión, lo lleva a atacar sin piedad a las masas liquidando a personas adultas y niños.

Es claro que la humanidad se ha perdido el respeto.

Qué se puede esperar hacia las cosas existentes en el planeta.

En mi niñez, mis padres nos hablaron de lo importante que es el cuidado y respeto al entorno; el equilibrio que debe existir en la humanidad y la naturaleza.

En la actualidad nada de esto existe.

He visto la deforestación de los bosques y montes de este maravilloso planeta.

He visto arder cada uno de los hijos de la madre tierra, convirtiéndose en carbón y cenizas dejando impuro los aires que respiramos.

Todo esto, por la falta de respeto hacia ello y la falta de conciencia del daño y la terrible codicia y ambición por ocupar los lugares dañados por la simple razón, de obtener cuantiosas ganancias sin importar el daño al ecosistema.

He visto el maltrato y la crueldad a los animales así como el exterminio a la fauna.

En algunos casos, no hay compasión hacia un ser indefenso como lo es: un Perro, o un Gato (por mencionar algunos) estando bajo el cuidado (aparente) de un ser humano.

Se han conocido casos de maltrato físico y mental de estos seres que en su silencio y su carencia del habla, guardan silenciosos todo el daño provocado por la falta de educación a su alrededor, pues si sus humanos tuviesen un ápice de ello: ni siquiera hubieran pensado en llevarlo a casa y abandonarlo a su suerte o maltratarlo.

La fauna.

La fauna libre y siempre protegida únicamente por la madre naturaleza, vulnerable e indefensa, perece ante la voracidad perniciosa del ser humano.

Esa hambre de poder y el hambre de fortuna, los lleva a cobardemente quitarle la vida a un animal para sacar provecho de su extraordinaria piel, o algunas partes de su cuerpo poniéndolos así, en riesgo de extinción.

Todos hemos visto en redes sociales el maltrato a los animales silvestres, y qué decir de los de casa como son: Los perros, que sufren maltratos y que incluso han perdido la vida por ello.

En mi percepción, todo eso es por la falta de educación desde el hogar.

La falta de infundir respeto a los valores y el amor a la vida, a la naturaleza, a los animales y a las personas.

Lo alarmante de todo esto es, que todo va en incremento.

No se está educando a las nuevas generaciones en relación a lo ya mencionado. Por el contrario, en muchos de los casos son solapados por sus mayores minimizando su acción diciendo cosas como:

¡Son niños, no saben lo que hacen!

¡Tuvo una infancia difícil!

O el colmo

¡Bah... Son simples árboles o animales. Qué importa!

Algo igual de estúpido que he visto es: culpar al gobierno por todo lo malo de un país.

Claro que la responsabilidad de un país está en las manos de sus gobernantes, sin embargo, también el cambio en una nación está en manos de su gente, de sus hijos, de sus habitantes.

No concibo el endosarle todo los líos y conflictos a unas cuantas personas cuando no aportamos nada. Cuando lo único que hacemos es: quejarnos y no colaboramos con una acción adecuada para lograr un cambio positivo en nuestro entorno.

Soy de la idea de que las acciones y la mentalidad de los individuos afectan al equilibrio.

Debemos poner cimientos firmes en la edificación del futuro o de lo contrario, nada de lo que tuvimos o conocimos en nuestra niñez o en nuestro presente, existirá del otro lado de la vida.

Debemos pensar en un cambio concreto en nuestro mundo.

Que el respeto a los valores sean la esencia de la educación pues aún estamos a tiempo.

(Fin)