—Estás aquí—

 Algunas veces he escuchado a las personas decir:

 —Quisiera conocer el futuro.

 No coincido con eso.

Prefiero descubrir la vida día con día.

Encontrar, conocer, crear y dentro de ello, claro está: en conocer cada nuevo día a alguien.

 Como lo dije en uno de mis blogs

 —Cuando conoces a alguien, conoces parte del mundo.

 Sé que esto suena un tanto ridículo, pero para mí funciona de este modo.

Conozco a las personas, y a través de su aprendizaje, de sus conocimientos, de los libros que han leído o sus viajes realizados, han acumulado historias en sus vidas y me brindan ese obsequio en sus conversaciones. Ese es el modo en que conozco parte del mundo, y conozco a la persona. 

Y eso sucedió.

He conocido infinidad de personas, cada quien en su forma de ser muy particular, todas diferentes en su modo de pensar y de ver la vida y es por eso que digo que cuando conoces a alguien, conoces parte del mundo.

Vivo agradecido por ello.

Y mi forma de agradecer es: brindarle un espacio de mi vida, de mi alma más allá de la gracia de la amistad.

Se vuelven mis hermanos.

Se vuelven parte de mí, parte de mi vida.

Hoy puedo decir que tengo otro hermano.

Como dije.

Me gusta descubrir la vida día con día.

Me gusta saber que allá afuera hay alguien que lucha, que vive, que sufre, que sonríe, que cae y se levanta cada vez con más fortaleza.

Hoy dedico estas insignificantes líneas para dar gracias a la vida.

Por ti.

Por conocerte.

Por ser parte de mi mundo, de mi vida.

Y lo digo así, porque las circunstancias una vez más me muestran cuan frágil es la vida, cuan delgada es la línea que divide el hacer, y el hubiera.

Hoy rindo una especie de homenaje por lo que eres.

Profesionista.

Un brillante Médico.

Mi Amigo.

Mi hermano.

Hoy, después de nuestra breve conversación gracias a la tecnología, me siento en paz, pues gracias a dios estás aquí.  

Todo este infortunio que hoy vive la humanidad, por desgracia, te han alcanzado poniendo en riesgo tu vida que sentí perderte mi hermano.

Fue muy dura la noticia de tu situación. Saberte convaleciente y en riesgo, golpeo mi mente y mi alma al pensar que te había dado el último abrazo unos días antes.  Que me diste tus últimas palabras. Que esa era la última vez que te había escuchado. Y comencé a recordar todos y cada uno de los días en que habíamos coincidido.

Recordaba cada conversación donde narrábamos nuestros aciertos y desencuentros con nuestro entorno, y nos apoyábamos nutriendo nuestro ánimo con esperanzas de subsistencia.

Nuestra amistad nos proveo de la confianza y el nato valor para confiarnos nuestras historias, nuestras penas y nuestras batallas. Así fue que te abracé como mi hermano.

La gratificación que la humanidad recibe es ese obsequio cuyo valor es infinito.

Hoy doy gracias al eterno: a la madre naturaleza y al universo porque continúes aquí. Un error sería pensar que tienes alguna misión en este mundo, pues eso sería colocarte una gran carga de responsabilidades; lo lógico es, pensar que te mereces otra oportunidad y dentro de ella, encuentres la dirección de tu regreso.

Gracias por estar aquí.

Te quiero mi gran amigo.

Gracias por leer este blog. Por favor compártelo y déjame un comentario.

Como siempre, recibe un fuerte abrazo.

Sígueme en:


Aquí las opciones para compartir este blog  🔻

La recomendación de la semana (pulsa el titulo para leer)

Por qué no Respetan los lugares reservados

Hola amig@s Como siempre y (creo que lo he repetido infinidad de veces) pero me da mucho gusto saludarles y enviarles un muy fuerte abra...