Mi Otra Familia

Hola amigos



-¡Afortunado todo aquel que cuente con una familia!-

Escuché decir a un caballero de edad avanzada una ocasión.

Y pienso lo mismo. 

Afortunadamente la vida, a pesar de todo, me ha regalado una familia:
Mis padres, hermanas y hermanos, y a mi encantadora esposa. 
Por todo esto doy gracias.

La vida con el pasar del tiempo nos va presentando diversos personajes en cada uno de nuestros días. Personajes que van dejando algo en nosotros y para los que tenemos un corazón de esponja: pues qué les puedo decir.
Muchos de nosotros por lo regular hablamos de personas que por casualidad llegamos a conocer, y pasado unos días ya les  decimos -amiga (o)- lo cual no está mal. Uno siente aprecio o un cariño fraternal hacia ellos y esto claro que es muy bueno. 
En mi caso y en el de mi esposa, todo esto abarca un poco más y es porque sentimos mucho cariño hacia los animales. Como dije.. personajes que la vida nos va colocando en el camino. Es por eso que hoy le presento a..

Nuestra otra familia.

1.- Ella es: Muñeca 





Nuestra Beagle que llegó a casa hace ya más de doce años por azares del destino.
Lo digo de esa forma pues en ese tiempo, teníamos programado un viaje justo unos días antes de conocerla, por lo que decidimos postergar su adquisición bajo la consigna de que si a nuestro regreso aún se encontraba en ese lugar, la llevaríamos a casa. Y así sucedió.
Fue así que por los designios del destino Muñe (como le decimos de cariño) llegó a ocupar un lugar en casa y en nuestros corazones.

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2.- Ella es: Galleta



Toda una historia de esta minina.
Su llegada fue muy accidentada. Tenía alrededor de dos meses de edad. Llegó al lugar como una adopción, acción que se convirtió en un tormento para algunos habitantes de ese hogar pero más para ella. 
Preocupados mi esposa y yo por su situación tan vulnerable, tras un fuerte debate sobre su cuidado y el trato, mi esposa decidió adoptarla, acción que por supuesto respaldé. Galleta lleva con nosotros alrededor de siete años.

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Les presento al pequeño latoso de la familia. 

3.- Él es: Koby




                                                   
















Este pequeño fue una gran sorpresa para mí. 
Un día, mi mujer acudió a visitar a una de sus amigas.
Después de la visita, al despedirse, la mujer le mencionó sobre los cachorros que se encontraban en el techo de aquella casa. 
Le  comentó también que les estaban buscando  dueños u hogar. La mujer desde arriba, le mostró al diminuto cachorro que de inmediato robó su atención, bajó con el pequeño peludo en brazos y se lo dio a mi esposa quien al tenerlo en sus manos; lo contempló al igual que el pequeño perro a ella: fue amor a primera vista. No pudo negarse a semejante ángel por lo que decidió llevarlo consigo.
Su temor era que al volver yo a casa, me enfadaría por esa decisión: pero no esperó mi reacción. El veredicto fue.. Se queda con nosotros. 
Teníamos otro ángel en casa.
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Como ya lo dije. La vida nos va presentando diferentes personajes conforme transcurre el tiempo.


4.- Ella es: Shira 




Pasado unos días. 
En el hogar contiguo adoptaron a una perrita al parecer de la raza Pit Bull. Su vida cambió radicalmente al llegar ahí.
Padecía la desatención pues como es lógico: es un cachorro, y obviamente, llama la atención por su ternura, pero eso pronto quedó atrás.
Pasados unos días, padecía la desatención por lo que buscamos la opción para que no sufriera y desde entonces, hacemos lo que está en nuestras manos para que junto con sus aún propietarios, se le proporcione alimentos y se le brinde una vida adecuada.


5.-ÉL es: Nico























Llegaba y se postraba en el techo y contemplaba el patio. 
No le prestamos atención pues se mantenía a distancia.


Poco a poco fue acercándose a hasta qué finalmente se recostaba en algún espacio en donde no molestaba a nadie. Una noche llegó acompañando a Galleta por lo que entendimos que se hicieron amigos. Sólo la acompañaba y al ingresar galleta a casa, él se marchaba.


De pronto esas visitas se hicieron más frecuentes y permanecía más tiempo en el patio. Notamos que al servirle las croquetas a nuestra gata, él podía escuchar el recipiente y maullaba; sentimos tristeza pues entendimos que también tendría hambre, no podíamos hacer caso omiso a su llamado por lo que le ofrecimos alimento. Desde ese entonces cada noche llega con galleta, ingiere su cena y se retira. A la mañana siguiente, muy temprano Galleta pide su desayuno alrededor de las 6:30, para ese momento Nico ya se encuentra esperando en la puerta: su desayuno y a su entrañable dama.
Sabe que ahí se le da de comer.
Lo llamé Nico por el personaje de Nicolás Mora de la exitosa telenovela  Colombiana -Yo Soy Betty la Fea-, ese personaje que siempre llegaba a la casa de Betty a comer.



6.- Él es: Güero o Güerito 






En una calle que converge con la nuestra, a unos metros de nuestro hogar, vive una familia pues... acomodada: me refiero que cuenta con hogar propio, auto, en fin...

Un buen día, mientras caminábamos mi esposa y yo en las proximidades de su vivienda, conocimos a un perrito que ellos compraron o adoptaron. Tenía un parecido a un perro de  la raza Labrador. Cuando lo veíamos en la banqueta pues lo tenían libre, nos acercábamos a juguetear con él y acariciarlo. Era un perrito muy dulce. 

Como es lógico, pasaron los días y el pequeño creció. Aprendió a andar libre, podía estar en la calle  e ingresaba a su hogar sin problema.

Nos causaba un poco de tristeza verlo recostado sobre la banqueta, siempre junto a su puerta.

Cada que pasábamos, no desaprovechábamos la ocasión para acariciarlo, él entendía a la perfección que se le brindaba cariño pues sólo inclinaba la cabeza y en ocasione se tiraba panza pa arriba. 
Como dije, al principio contaba con la atención pero conforme fue creciendo eso se fue esfumando. Un día, ya no lo volvimos a ver. 
Cada que salíamos por algún mandado, buscábamos con la mirada en el lugar pero no lográbamos  ubicarlo. Preguntamos a los conocidos, uno de ellos dándonos todas las características de Güero, dijo:

-¿Era un perro pequeño?-

-¡Yo vi cuando se fue por la avenida y se enfiló hacia la parte alta de la colonia!-

¡Iba solo. Yo creo que se perdió! Finalizó

Eso nos puso tristes.
Aferrados a que aquello fuese un dato erróneo, en una oportunidad, preguntamos al dueño sobre su paradero; no dijo sarcástico.

-¡Está amarrado!-

Aunque luego cambió la versión:

-¡No ha vuelto. Creo que se perdió!- 







Eso nos causó enojo. Enojo que tuvimos que contener pues lo decía de modo sardónico restándole importancia.

Meses después una tarde volvimos a verlo. Había vuelto. No  había cambiado, (sólo su tamaño), era el mismo perro tierno y cariñoso.

Cada que nos veía se nos acercaba y nos acompañaba a casa, a cambio, le dábamos caricias y en una de esas ocasiones, intentamos darle un poco de las croquetas de nuestros cachorros pero no las ingirió: no le agradan.
Conforme pasaron los meses, el perro se la pasaba en la calle, pues sus propietarios al parecer no les interesaba la situación del pobre ángel. 
Con el correr de los días y el desinterés; Güero,  fiel, se la pasa siempre cerca de su hogar. 
Lo triste es que con la falta de alimento comenzó a deambular en los alrededores y en los puestos de comida a ver si le regalan algo.
Con esta escena y por el cariño que mi esposa y yo le tomamos a tan dulce ángel, cada que lo vemos, siempre le compramos algo de comer.
Cuesta, pero le damos paz a él, y a nuestro corazón.


Por último les presento a: 



7.- Canelo.



Este muchacho llegó también por accidente.

Otro perro al parecer, también de la raza Pit Bull

Era tan sólo un cachorro deambulando en las calles de la colonia.
Tenía alrededor de un año.
Todo indicaba que había escapado de su hogar o que lo echaron fuera. Las personas propietarias del lugar donde vivimos, al verlo indefenso y expuesto a cualquier accidente; lo tomaron y llevaron a casa. La finalidad era darle un refugio temporal, y conseguirle un hogar, darlo en adopción.
Colocaron fotografías de él en internet para ver si alguien se interesaba en adoptarlo. Pasaron los días y nadie daba señales de interés.
Consideramos que al ser de una raza que mucha gente a catalogado de violenta, fue el factor determinante para que nadie lo adoptara. Hoy en día, Canelo vive en la propiedad de quien nos renta nuestra vivienda. Mi esposa y yo también nos involucramos en su cuidado pues de pronto, quienes lo recogieron he intentaron conseguirle un hogar, no le prestan atención por cuestiones de trabajo, por tal motivo, participamos en su atención pues no creemos justo el que viva la deriva.
En ocasiones también se ha puesto mal de salud por lo que con nuestros recursos, lo llevamos al veterinario para su atención. Todo esto sin solicitar algún reembolso: simplemente es por ayudar a un ángel.

He de decir que por tanto estrés y las incontables tareas, en ocasiones siento las ganas de faltar al trabajo y descansar,  pero en son de broma le digo a mi esposa: 

¡No, debo ir a trabajar pues tengo siete bocas qué alimentar!

Y entonces emprendo la marcha.

Entre nuestras conversaciones con mi esposa, siempre coincidimos con lo mismo; si tuviéramos un lugar amplio, sin duda alguna, le daríamos un hogar a todos estos ángeles que les mencioné pero, infortunadamente pagamos un alquiler y el lugar es muy pequeño por lo que esto resulta imposible. 
Por esta problemática optamos por ahorrar algunos pesos para comprarles un poco de alimento. Sinceramente, no es mucho lo que hacemos pero creo que eso es mejor a no hacer nada.


Bueno, esta es: Mi otra familia.



La familia que la vida nos a otorgado.




Les cuento una breve historia.


Una ocasión, acudimos a una cita con el doctor por un malestar que yo tenía. A las afueras de éste, nos encontramos a un bello perro recostado, parapetándose del tremendo calor. Al parecer al pequeño lo tenían amarrado pero logró cortar la cuerda por lo que ahora andaba por  las calles, aún con pedazos de la cuerda en el cuello. Preocupado por su seguridad, después de varios intentos logré ganarme su confianza y pude retirarle ese atado. Pues corría el riesgo de atorarse en algún lugar.  




Había en esa sala de espera, una señora que al ver esa acción  me dijo:

-Te gustan los perros, ¿Verdad?

Mi respuesta fue..

-¡Ellos sienten y también sufren, pues no saben hablar.  Es por eso que los quiero, y también los respeto!- Finalicé

Siempre he intentado concientizar a las personas sobre este tema.

Respeta a los animales.
Inculca a los niños ese valor, el respetarlos.

Ellos no hablan por lo que no te pueden decir lo que sienten.
Si está en tus posibilidades ayudarlos, por favor hazlo. Si no puedes hacerlo intenta cuidarlos o, si no concibes estos dos conceptos, pues simplemente, no los dañes o lastimes. Te lo suplico.

(Fin)

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Mi encuentro con mi Canción

Mi encuentro con mi canción


I Still Haven’t Found What I’m Looking For

Hola Amigos.

Hoy les quiero contar sobre mi amor por este título:

Una canción publicada en 1987 y escrita por un hombre a quien admiro mucho: el Señor  (Paul David Hewson) mejor conocido como BONO, líder y vocalista de lo que para mí es la banda número 1 en el mundo. U2.

A pesar de mi tiempo de existencia, no puedo decir que conozco de toda la vida a esta grandiosa banda que nació en 1976.
No. Pero creo mucho en la calidad del trabajo; en este caso de la música, para mí es muy importante una buena letra con un buen contenido, que la melodía se conjugue de forma perfecta logrando una espléndida obra de arte como lo es esta canción.

Si he de ser honesto y como lo dije anteriormente, no conocía la agrupación pues en mi niñez era otra la música que se escuchaba en casa.


Había escuchado por accidente la música de bandas como: Kiss, The Doors, entre otras bandas en mi etapa de la infancia.


Y así transcurrió mi niñez, lleno del vaivén citadino, entre el ir y venir de un lugar a otro cambiándonos de hogar; conociendo otro género de música a través de mi padre, navegando en ese mundo creado por Rubén Darío en (Los Motivos del Lobo), flotando en las excelentes canciones del Sr. José Alfredo Jiménez y Pedro Infante, grandes exponentes de la música mexicana que se convirtieron en mis ídolos.

Y así crecí y finalmente me fui de casa a enfrentar a la vida. 

Ya en mi juventud, la música se fue impregnando más en mi vida y fui adquiriendo y conociendo más cantantes, bandas, músicos que de alguna forma, contribuyeron e incrementaron mi pasión. 

Podía escuchar diferentes géneros como la música popular mexicana: la música de marimba, tríos, en fin.. todo eso que fui descubriendo en mi niñez. 
Claro que pasé por el rock de Guns n’ Roses (de quienes hablare en otro blog) del mismísimo Michael Jackson o la legendaria banda Metallica.


Poco a poco mi gusto por la música se iba acrecentando.


No es que les pretenda dar una cátedra sobre los orígenes de la música o de los grandes genios como Wolfgang Amadeus Mozart o Beethoven entre otros.


Simplemente es sobre el amor que le tengo a la música y en especial  esta canción.



A mediados de los 90’s, pasaba ¡como todo ser humano! en esa etapa crítica. 

Había pasado ya gran parte de mi vida lejos de casa y de mi familia.


Vivía luchando y buscando la forma más propicia para existir pero sin depender de nadie. 

Llegué a la etapa en la que te quieres comer el mundo a puños. Navegué en ese mundo de desenfrenos y locuras. Nada importaba más que sólo vivir pues  era independiente. 

Disfrutaba de mi soledad y la ausencia de alguien que me limitara en mis constantes arranques; navegaba sin dirección, sin puerto.

Tuve excesos.

Y también tuve momentos en que añoraba las reprimendas de papá y  mamá, constantemente venían a mí las palabras que se supone me educarían y me llevarían por el camino correcto.
Creo que de alguna manera eso me alentó a continuar mi lucha. 

Así transcurrían mis días, en el ir y venir: en mis constantes desvaríos.

La soberbia también vino a apoderarse de mí: de pronto nada me importaba ya. 

Era un tipo anticuado e insolente, incluso; patético. 

Todo esto me arrastró al sucio abismo de la depresión en donde mis monstruos se unieron y confabularon para hacer aún más nefasta esa etapa de mi vida. 


De pronto me encontré en un callejón sin salida: quería gritarle a mis padres toda esa situación. Estaba enfadado con la vida misma.


Me hacía falta alguien a quien culpar, pero comprendí que era mi turno de salvarme pues mis padres ya habían cumplido con su tarea y me guiaron lo mejor que pudieron. Ahora me tocaba a mí remar contra corriente.

El tiempo sin detener su curso, pronto llevó todo eso al fondo del pasado y aclaró mi mente.


Me centré más en mi trabajo y poco a poco fui moderando mi alocada vida solo, fui enderezando mi camino aún deteriorado.





 La música siempre me ha acompañado en mi vida. 



Un sábado, después de varios; y el primero en el que me encontraba lúcido, sobrio y tranquilo, acudí a mi restaurante favorito: un lugar pequeño pero con buenos platillos mexicanos que me servían para aliviar la resaca de mis noches de juerga. 

El lugar contaba con una rocola con toda una gama de música de diferentes géneros en cd’s, por $5.00 pesos podías seleccionar 3 melodías o tracks. 


Mientras esperaba mis alimentos, me dispuse a elegir algunos temas para mi rato de comida.


Primero 2 temas: Persiana Americana de lo señores Soda Stereo y  Sin Pensar del Sr. Miguel Mateos, continué buscando algún otro cd y me topé con esa portada del árbol (Joshua Tree) no sabía qué tema elegir por lo que confié en mi intuición: Elegí ese tema con ese titulo tan extendido:



(I Still Haven’t Found What I’m Looking For)



Había una selección antes por lo que mis temas esperarían un poco más. Llegaron mis platillos y me dispuse a comer. Después de unos minutos de degustar mis alimentos llegó mi selección, sonaron las dos primeras canciones y entonces, como sobremesa tocó el turno de esa melodía. Sonaron los delicados acordes de la guitarra del señor The Age, acto seguido el sutil acompañamiento del bajo  de Adam Clayton haciendo su aparición la inconfundible batería de Larry Mullen Jr. Y finalmente la armoniosa voz del señor Bono: en ese momento la melodía se apoderó de mi. 



No comprendía  el idioma inglés, he de ser honesto, pero había algo en esa melodía que acaparaba mis sentidos con ese troque nostálgico. 


Después de ese día la encontraba en todas partes: en el autobús, en el taxi y en el viejo radio que tenía en la oficina; en ese entonces, aún no había mucho acceso al internet como para conseguir la letra, pero cada vez me seguía fascinando ese tema.

Un buen día, visitando una tienda de discos me encontré con el álbum The Best Of 1980 - 1990, no dejé pasar esa gran oportunidad por lo que decidí comprarlo, fue muy buena adquisición. El álbum contiene dos discos compactos e incluía temas como Pride (In The Name Of Love), New Years Day, With Or Without You y muchos temas más y claro: I Still Haven’t Found What I’m Looking For. Por fin tenía un disco de esa agrupación que ya era mi banda favorita.

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Hola amig@s Como siempre y (creo que lo he repetido infinidad de veces) pero me da mucho gusto saludarles y enviarles un muy fuerte abra...