Mi eternidad

 

Te buscaré incansablemente.

Así deba cruzar por los terrenos más hostiles de la vida misma.

Cruzaré los océanos más embravecidos.

Mantendré mi andar así sea por siglos.

Si es posible, te buscaré detrás del sol y en la luna fría.

Buscaré en cada una de las estrellas sin importar las distancias ni los tiempos.

Me haré amigo del mismo viento y de las nubes para poder buscarte en los cielos.

Pediré clemencia y misericordia al tiempo porque detenga su andar.

Porque quiero una eternidad contigo.

Porque estoy dispuesto a entregarme a ti más allá del infinito.

Porque mi eternidad, eres tú.

Mi amor.

(fin)


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Hacer el amor

 Las veces no importan mi vida, porque no es sólo un encuentro sexual y no quiero que se convierta en eso: saciar las ganas y a lo que sigue.

Hacer el amor es:

Disfrutar nuestras miradas y perdernos en el color de esas hermosas pupilas que también disfrutan de estar tan cerca.

Es saborearte a besos e ir entrelazando tu lengua con mi lengua.

Hacer el amor es sentir tu piel rozarse con la mía. Es tocarnos y amarnos sin pena y llenos de complicidad porque de nuevo llegue a casa.

Es que  tu mirada vea en mis pupilas cuanto amor tengo para darte, y estoy segura que dios me va a tener que regalar muchas más vidas para demostrarlo.

Hacer el amor es tomarte la mano o el hombro y salir por ahí a caminar de día, tarde o de noche (deseo pronto se haga realidad). Presumirte y exhalar amor por donde pasemos.

Hacer el amor es sonreír mutuamente, es desvestirnos la piel con la mirada.

Es ser cómplices todos los días, de sus alegrías y de sus tristezas. Es estar juntos (a distancia, en pensamiento y alma), no solo en los buenos momentos sino también en los malos.

Hacer el amor es un suspiro. Es un gemido. Es escuchar tu respiración.

 Es todo aquello que podemos decirnos a puertas cerradas y no ante la gente (y si hay gente, tampoco me importa porque el amor es de lo que se debe hablar, es el lenguaje universal).

Hacer el amor es escuchar su voz y también su silencio. Porque cuando el silencio se comparte entre dos, es ameno.

Hacer el amor es la hermosa complicidad que existe entre los dos.

Es despertar y ver que a mi lado no estás y pero en mi sueños fuiste mío de nuevo.

Fin


Así es como habla una bella mujer.

Gracias por la aportación nena.💖


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En mi corazón

 


Vives en mi corazón,

Donde nadie te puede dañar,

Donde te protegen mi lobo y yo.

Donde eres dueña de las estrellas y la luna.

Donde el sol acaricia tu bello rostro y el viento juega con tu cabello.

Vives en mi corazón,

Dónde todos los días

Te visito y te lleno de caricias,

Te lleno de besos..

Y te hago el amor.



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Te extraño

 



Como en el pasado.

Como las mañanas de antaño.

En aquellos días magníficos y gloriosos.

 

Como una remembranza brindada por la vida misma,

Hoy, te vi de nuevo conversando con tus entrañables plantas.

Contemplaba tus movimientos yendo de un lado a otro mientras tu canto, era coreado por los pájaros que circundaban el patio que nuevamente sentía tus pasos.

 

El sol y el aire fresco de la mañana, aun de invierno, acariciaban tu cabello rizado y tus manos trabajadoras.

 

Quise aproximarme y abrasarte.

 

Quise decirte tantas cosas, pero no quise faltarle al respeto a esa perfecta armonía que te cobijaban.

 

Esperaba escuchar de tu dulce voz mi nombre, pero hablabas con el señor como es tu costumbre.

Y me mantuve apartado, me mantuve a mi distancia eterna.

Me quedé ilusionado, estático, pues prefería contemplar tu imagen angelical.

 

Mamá… hoy te vi.

 

No estoy seguro de lo que fue, pero creo que es la forma en que mi mente grita que aun te extraño.

Que aún me duele tu ausencia.

Que aún faltaban más cosas por vivir, más palabras que decirte.

Más abrazos que quedaron pendientes para ti.

 

Mamá, esa es la forma de decirte que te extraño.

 

Que me hace falta tu canto, escuchar tus pasos por el patio.

 

Y recorriendo tu hogar llenándolo de luz.

 

Ha trascurrido un lustro en que viajaste con el señor y aun te siento aquí.

 

Pero madre, seguro estoy que nos ves desde el paraíso, y sientes lo mismo y hablas con el señor por nosotros, gracias madre.

 

¿Y sabes?

Hoy te vi, como lo que eres y fuiste.

Hoy te escuché cantar con los pajarillos, te vi caminar y te veías igual de bella que cada una de tus flores que lloran tu ausencia.

 

No sé si es mi forma de decir que te extraño. Pero te extraño.

 

Que el señor te bendiga, mamá.

 

Un homenaje a un ser especial.

A un ser cuya presencia y autoridad, el presente reclama, pues falta orden en este mundo terrenal sin ella.   

A una señora que si bien, no existieron lazos sanguíneos; el amor, el respeto y el cariño, no necesitaron de ello.

Dios le bendiga.


 
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