Mi encuentro con mi Canción

Mi encuentro con mi canción


I Still Haven’t Found What I’m Looking For

Hola Amigos.

Hoy les quiero contar sobre mi amor por este título:

Una canción publicada en 1987 y escrita por un hombre a quien admiro mucho: el Señor  (Paul David Hewson) mejor conocido como BONO, líder y vocalista de lo que para mí es la banda número 1 en el mundo. U2.

A pesar de mi tiempo de existencia, no puedo decir que conozco de toda la vida a esta grandiosa banda que nació en 1976.
No. Pero creo mucho en la calidad del trabajo; en este caso de la música, para mí es muy importante una buena letra con un buen contenido, que la melodía se conjugue de forma perfecta logrando una espléndida obra de arte como lo es esta canción.

Si he de ser honesto y como lo dije anteriormente, no conocía la agrupación pues en mi niñez era otra la música que se escuchaba en casa.


Había escuchado por accidente la música de bandas como: Kiss, The Doors, entre otras bandas en mi etapa de la infancia.


Y así transcurrió mi niñez, lleno del vaivén citadino, entre el ir y venir de un lugar a otro cambiándonos de hogar; conociendo otro género de música a través de mi padre, navegando en ese mundo creado por Rubén Darío en (Los Motivos del Lobo), flotando en las excelentes canciones del Sr. José Alfredo Jiménez y Pedro Infante, grandes exponentes de la música mexicana que se convirtieron en mis ídolos.

Y así crecí y finalmente me fui de casa a enfrentar a la vida. 

Ya en mi juventud, la música se fue impregnando más en mi vida y fui adquiriendo y conociendo más cantantes, bandas, músicos que de alguna forma, contribuyeron e incrementaron mi pasión. 

Podía escuchar diferentes géneros como la música popular mexicana: la música de marimba, tríos, en fin.. todo eso que fui descubriendo en mi niñez. 
Claro que pasé por el rock de Guns n’ Roses (de quienes hablare en otro blog) del mismísimo Michael Jackson o la legendaria banda Metallica.


Poco a poco mi gusto por la música se iba acrecentando.


No es que les pretenda dar una cátedra sobre los orígenes de la música o de los grandes genios como Wolfgang Amadeus Mozart o Beethoven entre otros.


Simplemente es sobre el amor que le tengo a la música y en especial  esta canción.



A mediados de los 90’s, pasaba ¡como todo ser humano! en esa etapa crítica. 

Había pasado ya gran parte de mi vida lejos de casa y de mi familia.


Vivía luchando y buscando la forma más propicia para existir pero sin depender de nadie. 

Llegué a la etapa en la que te quieres comer el mundo a puños. Navegué en ese mundo de desenfrenos y locuras. Nada importaba más que sólo vivir pues  era independiente. 

Disfrutaba de mi soledad y la ausencia de alguien que me limitara en mis constantes arranques; navegaba sin dirección, sin puerto.

Tuve excesos.

Y también tuve momentos en que añoraba las reprimendas de papá y  mamá, constantemente venían a mí las palabras que se supone me educarían y me llevarían por el camino correcto.
Creo que de alguna manera eso me alentó a continuar mi lucha. 

Así transcurrían mis días, en el ir y venir: en mis constantes desvaríos.

La soberbia también vino a apoderarse de mí: de pronto nada me importaba ya. 

Era un tipo anticuado e insolente, incluso; patético. 

Todo esto me arrastró al sucio abismo de la depresión en donde mis monstruos se unieron y confabularon para hacer aún más nefasta esa etapa de mi vida. 


De pronto me encontré en un callejón sin salida: quería gritarle a mis padres toda esa situación. Estaba enfadado con la vida misma.


Me hacía falta alguien a quien culpar, pero comprendí que era mi turno de salvarme pues mis padres ya habían cumplido con su tarea y me guiaron lo mejor que pudieron. Ahora me tocaba a mí remar contra corriente.

El tiempo sin detener su curso, pronto llevó todo eso al fondo del pasado y aclaró mi mente.


Me centré más en mi trabajo y poco a poco fui moderando mi alocada vida solo, fui enderezando mi camino aún deteriorado.





 La música siempre me ha acompañado en mi vida. 



Un sábado, después de varios; y el primero en el que me encontraba lúcido, sobrio y tranquilo, acudí a mi restaurante favorito: un lugar pequeño pero con buenos platillos mexicanos que me servían para aliviar la resaca de mis noches de juerga. 

El lugar contaba con una rocola con toda una gama de música de diferentes géneros en cd’s, por $5.00 pesos podías seleccionar 3 melodías o tracks. 


Mientras esperaba mis alimentos, me dispuse a elegir algunos temas para mi rato de comida.


Primero 2 temas: Persiana Americana de lo señores Soda Stereo y  Sin Pensar del Sr. Miguel Mateos, continué buscando algún otro cd y me topé con esa portada del árbol (Joshua Tree) no sabía qué tema elegir por lo que confié en mi intuición: Elegí ese tema con ese titulo tan extendido:



(I Still Haven’t Found What I’m Looking For)



Había una selección antes por lo que mis temas esperarían un poco más. Llegaron mis platillos y me dispuse a comer. Después de unos minutos de degustar mis alimentos llegó mi selección, sonaron las dos primeras canciones y entonces, como sobremesa tocó el turno de esa melodía. Sonaron los delicados acordes de la guitarra del señor The Age, acto seguido el sutil acompañamiento del bajo  de Adam Clayton haciendo su aparición la inconfundible batería de Larry Mullen Jr. Y finalmente la armoniosa voz del señor Bono: en ese momento la melodía se apoderó de mi. 



No comprendía  el idioma inglés, he de ser honesto, pero había algo en esa melodía que acaparaba mis sentidos con ese troque nostálgico. 


Después de ese día la encontraba en todas partes: en el autobús, en el taxi y en el viejo radio que tenía en la oficina; en ese entonces, aún no había mucho acceso al internet como para conseguir la letra, pero cada vez me seguía fascinando ese tema.

Un buen día, visitando una tienda de discos me encontré con el álbum The Best Of 1980 - 1990, no dejé pasar esa gran oportunidad por lo que decidí comprarlo, fue muy buena adquisición. El álbum contiene dos discos compactos e incluía temas como Pride (In The Name Of Love), New Years Day, With Or Without You y muchos temas más y claro: I Still Haven’t Found What I’m Looking For. Por fin tenía un disco de esa agrupación que ya era mi banda favorita.

La Vida de un Lobo


La vida de un Lobo


Tras librar la fuerte batalla con los perros de aquellos cazadores;  Me oculté y al notar su ausencia y la de sus amos: después de algunas horas, volví a nuestro hogar y descubrí los rastros de sangre y el sitio donde mi padre dio la letal batalla por proteger a su prole.


Con todo eso, me alejé convaleciente, con mi piel rasgada sangrando y con el dolor físico y del alma al saber que perdí a mi familia.


Me perdí en la penumbra del bosque, incluso la luna no quiso ver mi dolor por lo que no apareció esa noche.
Caminé por riscos y montañas y crucé ríos hasta que finalmente, me oculté en esa obscura cueva. 





Reaccioné por la tarde del día siguiente. No pude moverme.

Pasaron varios soles y finalmente con la luz de la nueva luna, salí a respirar.

Con el nuevo sol decidí retomar mis pasos y me encaminé sin rumbo: crucé pueblos sin ser visto.
Comí lo que la madre naturaleza me proporcionaba.

Caminé acompañado de la luz de mi hermosa luna apaciguando mi alma.


Viajé hasta que finalmente llegué a ese valle donde sediento; me detuve junto a ese río de aguas cristalinas. Después de inspeccionar el entorno, me dispuse a beber:  ¡De pronto, ahí estaba! Con su hermoso pelaje grisáceo que el viento agitaba, al incorporarse percibí el blanco de su pecho.


¡Hermosa!

Quedé como en éxtasis, todas mis penas se fueron, todo mi dolor desapareció con esa aparición.

Esa noche la pasamos uno en cada lado del río.

Ambos cantamos a la luna a unos pasos uno del otro.

Al día siguiente, crucé el río.

Olfateaba el pastizal disimulando hasta acercarme a ella. 

Renuente, miraba el horizonte ignorando mi presencia.  

Al ver tal renuencia, comencé a aullar para ella. En mi canto le conté de mi vida, de lo mucho que agradecía a la naturaleza por ponerla justo en ese valle, en ese río de aguas cristalinas.

Ella también aulló, cantó para mí: me contó de su vida y me hizo saber sobre la pérdida de su madre a manos de los cazadores: Canté para ella reconfortándola y juntos cantamos a la luna quien como obsequio, brilló toda la noche para nosotros e iluminando todo el valle siendo testigo de lo que esa noche sucedió.


Al día siguiente el señor sol se sorprendió al vernos juntos, emocionado, brilló intenso pero con sutil calor bendiciendo esa unión y a partir de ese día inició nuestra manada. 

Después de unos meses llegaron cinco cachorros, dos Lobitas y tres Lobos. Así empezó todo.

Comprendí que no hay nada que la vida te arrebate sin compensarte por ello.

Atrás quedó mi dolor, mi pasado me dio el coraje y las fuerzas para ahora proteger y guiar a mi manada junto a mi preciosa Loba Luna.

Días después llegaron al valle, Lobas y Lobos errantes que después de que Luna y Yo inspeccionamos, les brindamos alojamiento y así, nuestro reino fue creciendo.  

Una manada fuerte y compasiva: tal vez era eso lo que la vida y la naturaleza deseaban de ambos, un par de corazones compasivos y llenos de misericordia para apaciguar las penas de su manada: de su reino.  

Atrás quedó todo, en nuestras manos estaba la nueva vida. 
La calma, la alegría y la compasión. 

Y agradecemos a la madre naturaleza.

Y resurgimos de entre los restos.

Resurgimos a la luz.

Ahora todas las noches, sobre ese risco Luna y Yo cantamos: a la Luna y sus estrellas. Al Sol y a cada rincón del bosque coreado por el resto de nuestra manada. 




Dios bendiga a mi madre tierra.

Dios bendiga a mi madre naturaleza

Dios bendiga y perdone a esas almas corruptas

Dios bendiga a mi manada.

Dios bendiga nuestros corazones.

(FIN)



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Como siempre, recibe un fuerte brazo.

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Llegué tarde al trabajo

Hoy por una absurda razón que no estaba en mis manos: 


Llegué tarde al trabajo.


Si. Esa es mi lucha constante: la puntualidad. 
Detesto llegar tarde a cualquier cita y sobre todo a mi trabajo. Eso lo aprendí de mi padre y también lo hice un hábito con el paso del los años. 

Aún y con los 10 minutos que la compañía en la que trabajo me otorgue como tolerancia, me gusta llegar a tiempo sin tener qué depender o hacer uso de esos minutos. Pienso que es un tanto insensato y abusivo incluir esos minutos de tolerancia como la hora de entrada al trabajo así que, procuro pararme temprano, salir con buen tiempo de casa y así evitar justamente lo que hoy provocó que llegara con unos minutos de retraso a mi oficina. 

En un principio, me molestó mucho y (¡Creo que a todos nos sucede!) pero también me incentivó o me inspiró a escribir este blog y compartir mi humilde punto de vista sobre esta situación.

Es de todos sabido que en las grandes ciudades existe la aglomeración en determinados horarios. Sucede también en el tránsito o tráfico.
Toda gran ciudad cuenta con un parque vehicular impresionante, y si a eso le agregamos la impuntualidad y la inconsciencia de las personas, esto se vuelve un auténtico caos.

Todos solemos quejarnos y culpamos a los demás por un retardo al no llegar a tiempo a determinado lugar, pero jamás hacemos consciencia sobre el aporte que le damos a ese caos.

Como dije, si todos fuéramos consientes, nos levantaríamos un poco más temprano para ducharnos, desayunar y finalmente salir de casa con muy buen tiempo. De ese modo, 
Creo yo: evitaríamos todo ese estrés matutino.

Si bien es cierto, el congestionamiento o tráfico se genera por la cantidad impresionante de autos que existen en las grandes ciudades, y si a eso le agregamos que casi ¡o si no es que todos!, por alguna razón, se nos hace tarde y al salir de casa comenzamos a correr contra el tiempo y ya nada importa más que llegar puntuales a la cita, escuela u oficina; y se desata la batalla sobre quién puede abordar un taxi, un autobús (aunque viajemos colgados), o quién permite el paso al coche de al lado, en fin.. Todo un sin fin de situaciones que se manifiestan traduciéndose en estrés que se nos adhiere y viaja con nosotros a todos lados incluso a casa, todo por no ser organizados y consientes de uno mismo. 
Seamos más sensatos en ese sentido.

Infortunadamente, no podemos hacer que las personas entiendan o comprendan la importancia de esta acción tan sencilla: simplemente con levantarse más temprano y ser un poco organizados, todos podremos evitar las aglomeraciones o el engorroso congestionamiento vial.

Lo que intento hacer es que: 
¡Si no soy la solución, no quiero ser parte del problema! 

He dejado de quejarme y asumo mi responsabilidad en el problema y tomo acciones que tal vez no influyen de forma global, pero sé que de algún modo me excluyen de esa situación.

Considero que cuando dejemos de quejarnos de todo lo que sucede a nuestro alrededor, y tomemos cartas en el asunto poniéndonos en acción aportando o, contribuyendo con algo positivo para la causa, ese cambio puede suceder.

Pienso también en todo el daño que genera toda esta desatención. 

En principios, el estrés por toda esa frustración y la premura de llegar a tiempo a la oficina. 
Por lo menos a mí me enfurece y me altera en demasía provocando un bajo rendimiento en mi jornada laboral e incluso causándome severos problemas. 

Esos 5 minutos que siempre nos tomamos como una especie de pausa, son muy malos consejeros en las mañanas y en todo momento. 

Por salud, debemos ser organizados. He pensado en todo el mal que le hacemos a nuestro cuerpo sometiéndolo a algo innecesario como lo es el estrés que nosotros mismos generamos. 

Eso sin mencionar que todo eso lo trasladamos al trabajo causando conflictos innecesarios con los jefes, compañeros o incluso con el cliente.

Pero la cosa no termina aquí. 
Todo esto que inició en la mañana, tiene el poder de cruzar la puerta de nuestros hogares y crear una atmósfera nefasta con los integrantes de nuestra familia, convirtiéndose en un círculo vicioso.

Hoy que estoy publicando este blog, arribé a mi oficina a las 8:45 a.m. 

Me dio el tiempo suficiente para realizar una serie de llamadas para darle seguimiento a los proyectos pendientes, incluso conseguir algunas citas para poner a la orden de mis clientes nuestros servicios de Publicidad.

Y también, de terminar de editar este blog pues lo escribo en mi teléfono celular y finalmente publicarlo desde mi computadora. 

Como ven, si sufrimos por toda esa gente inconsciente pero si no asumimos nuestra responsabilidad, somos parte de ese gran problema.

Como lo dijo Buda:


¡Quien te enfada te domina!


Entonces pongamos manos a la obra.


(Fin)




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