Hace unos días, caminaba por
las calles de la Ciudad de México. Uno de esos días en que la mente trabaja de
forma relajada, lo que a veces te lleva a momentos inimaginables como el volver
en el tiempo a través de los recuerdos.
Mi memoria absurda me llevaba de un lado a otro incitándome a la siempre dolorosa nostalgia.
Así, volví a mi niñez una y otra vez esa tarde. Vi a mi yo Niño jugar en la medida en que el trabajo le permitía.
Esas veces en que conoció
personas de quienes aprendía y algunos que de alguna forma fueron su tormento.
Esos días en que soñaba ser grande y correr tras sus sueños aún y con lo precario de su existir.
Y me llené de nostalgia.
La melancolía golpeándome la
frente haciéndome padecer.
Mirar en la actualidad en donde todo es diferente, y encontrarte con aquellos con quienes conviviste en tu pasado, con el peso del tiempo sobre ellos.
Algunos visiblemente cansados
y con los rastros de la edad en sus rostros y su cabellera. Y es cuando
comprendes que los buenos y bellos recuerdos son los más dolorosos, y que la
vida es cruel.
Creo que todos tenemos un mismo enfoque ante esto, y es: que amamos la vida. Muy a pesar de cómo nos trate, pues hemos sido creados y hemos crecido con esa lucha constante de sobrevivencia.
Dentro de todo lo difícil que pueda ser la vida, existen lapsos o momentos como dije antes, de gratas compañías y de maravillosos sucesos que compensan eso que la vida tiene ya definido para cada ser viviente.
Sí, me gusta la vida, desde
niño he tenido una vida muy complicada pues la misma ha sido un tanto dura
conmigo; por eso es que vivo enfocado en que la vida es cruel, no por mi propia
experiencia, pues seguro estoy que la gran mayoría tiene un enfoque distinto,
pero para mí es la realidad y lo digo por la siguiente teoría.
Estamos en riesgo desde que
somos embriones, pasando por el momento del alumbramiento en el cual, el riesgo
es latente y las probabilidades de que salgas vivo de esa situación están
divididas. Una vez llegado el momento, nuevamente la vida te pone una serie de
pruebas como las distintas reacciones de tu cuerpo u organismo a los diferentes
elementos que la naturaleza le proporciona y con los cuales, debes luchar para
poder existir.
Es así como la naturaleza o la
vida nos prepara en sus diferentes etapas.
Así ocurre el ciclo de la vida. Pero es muy difícil. Al menos para mí.
Como lo dije antes. Me es
difícil ver a mis padres con el peso de los años encima. Esas inevitables
arrugas anunciando su otoño y fruto de su imparable lucha y la aparición de las
canas que poco a poco se multiplican.
Me es triste ver a mis queridos padres en ese estado, al igual que ver a todas esas personas mayores que conocí en su plena juventud cuando yo era tan sólo un niño. Hoy en día, verlos cansados, limitados físicamente tras cruzar la puerta que conduce al valle de la tercera edad. Algo inevitable pero difícil de aceptar.
Otra parte triste, algo que la mayoría le resta importancia es, la inevitable culminación de la vida de los animales en general. Pero me enfoco en los que adquirimos (algunos) conscientemente y gran parte de modo inconsciente. Y es: De los perros. Una vez llegados a su edad adulta, cuantas personas optan por deshacerse de ellos arrojándolos a la calle en total exposición y a su suerte, luego de que es su vida joven, dio muchas alegrías a la familia en casa.
He visto personas nobles, de
buen corazón teniendo un gran espíritu de ayuda a los suyos o a la
comunidad, terminar sus días atados a una cama y convertirse en despojos.
Ahí es donde vuelvo a decir..
La vida es Cruel.
Por eso es que siempre digo
que nuestras acciones son las que hacen la diferencia.
Si. La vida es cruel, y eso es
lo que nos hace ser quienes somos. El hecho de que constantemente estemos
expuestos, es lo que nos lleva a transformarnos y transformar nuestro entorno,
nuestros ideales.
Es un legado que nos inculcan
desde niños.
Un precepto que nuestros padres (al menos los míos) decían:
Un precepto que nuestros padres (al menos los míos) decían:
-La vida no es fácil-
-La vida es cruel-
Y es por eso que debes
prepararte para enfrentarla.
Y nos decían a mis hermanas,
mis hermanos y a mí, cosas como.. Estudia, Prepárate para ser alguien y tener
más oportunidades.
Trabaja, pues nadie te va a
alimentar si tienes hambre... Entre otras cosas.
Y es así que aprendemos a vivir, a renacer cada mañana. A
vestirnos de gloria tras lograr un ascenso o lograr una meta. Porque la vida
nos fue prestada por un tiempo prudente y lo que hagamos hoy, mañana hablará
por nosotros.
La vida es cruel. Pero nuestras acciones le ponen el
toque de felicidad o le incrementa la desdicha.
Somos quienes le damos dirección, claro que muchas veces surgen
elementos que nos desgracian la existencia y muchas de ellas no está en
nuestras manos resolver, pues tienen qué ver con los designios del destino y la
naturaleza.
Tomemos las riendas de lo que nos corresponde.
La naturaleza sabrá que hacer.
(Fin)
Gracias por leer este blog.
Como siempre, recibe un fuerte abrazo.
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Excelente relato, es la realidad que vivimos en esté mundo. 👍
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